Amapolas...

Una tarde de mayo de 2014 nos detuvimos al lado de la carretera cual Hipnos para poder disfrutar de este inmenso campo de amapolas, una de mis flores favoritas.

Tengo un plan para los dos...consiste en sobrevivir...

Prácticamente desde que llegamos a Francia hemos vivido en Isère, ya sea en el pueblo de Morestel o en el de Sermérieu, ambos cercanos a Passins, donde reside una pareja de amigos que ha tenido mucha influencia en nosotros.

Desde que nos conocemos hemos tenido muchos proyectos de futuro juntos, proyectos de vida que vamos a tener que dejar aparcados.

El motivo de este cambio es que nos volvemos a mudar. Debido a la poca oportunidad de trabajo que hay en esta zona (bastante apartada de las grandes ciudades como Lyon, Chambery o Grenoble) decidimos ir unos días a la región de Les Pays de la Loire, en concreto a los departamentos de Maine et Loire y Loire Atlantique.

El resultado de esos 4 días de búsqueda de trabajo y casa ha resultado bastante satisfactorio, con lo cual tenemos que dejar en una semana todo lo que habíamos empezado aquí y mudarnos al sud de Angers, a 700km de aquí.

Esto incluye la casa, los muebles, las amistades y los proyectos que quizás algún día se plasmen de una forma diferente.

Realmente es una despedida definitiva a una zona donde me he visto con posibilidad de quedarme para largo. Hemos vivido aquí muchos momentos de felicidad y no podemos más que agradecer a las muchas personas que nos hemos encontrado en estos rincones, prácticamente la mayoría de ellas muy amables y acogedoras. Sin ellas todo hubiese sido muy diferente.

Sin duda echaremos de menos ciertas rutinas y a mucha gente, pero se abren nuevas posibilidades, nuevos proyectos, nuevas zonas por explorar y experiencias que vivir.

Et bon…la vie continue mais ce coin toujours nous manquera…

Excursión al Lac du Crozet...

Hoy os voy a hablar de la excursión que para mí superó la que hasta entonces era "la excursionaca".

Fue a finales de Mayo de 2014 cuando nos decidimos a visitar alguno de los macizos cercanos a Grenoble. Aprovechando que yo tenía vacaciones como profesor de español y que Castor podía cogerse un par de días libres, pasamos el fin de semana en el macizo de Belledonne.

Dentro del Belledonne, quizás este lago sea el más popular debido a que en verano el agua del lago rebosa creando un bonito aunque artificial fenómeno.

Este no iba a ser el caso, pues no esperábamos que en Mayo pudiésemos encontrar el lac du Crozet como nos lo encontramos allí arriba, a 1974 metros.

La cascade de La Brive...

Puede que aquella fuese la primera y última vez en la vida que nos cruzamos con un habitante de Chosas. Y fue de la manera más surrealista posible. Estábamos una tarde ayudando a Paul y Kaly en su casa cuando de repente, un hombre alto y flaco irrumpía nervioso y alegre por la puerta.

Nos daba la mano enérgicamente mientras Kaly hacía la presentación oficial: Estos son unos helpers que tuvimos unas semanas y que al final se han quedado por aquí...él es...el repartidor de la empresa de congelados. Efectivamente este hombrecillo nerviosete les llevaba la pasta para la quiche y otros productos a la mismísima puerta de su casa.

Los 3 minutos de conversación que para mí fueron una eternidad dieron mucho de sí, hasta el punto de que nos explicó una ruta de su pueblo que a él le encanta y que no conoce mucha gente. Yo me quedé con el nombre del pueblo, y al cabo de medio año nos decidimos a ir a este lugar que él pintaba como una maravilla. Y resulta que lo es.

Efectivamente es una ruta de complicado acceso, supuestamente prohibida en coche excepto para los habitantes de la aldea de Chosas.

Entre vacas y grandes prados llegamos a lo que parece ser, según recordábamos, el inicio de la ruta a pie. No pinta mal, los primeros metros consisten en un descenso que nos conecta directamente con el río. Lo seguimos río arriba durante 20 minutos, fascinados por lo precioso que es el bosque en el cual nos encontramos.