domingo, 29 de noviembre de 2015

Un fin de semana en Pornichet...

Aprovechando unos días de vacaciones en Noviembre nos desplazamos hasta la costa oeste de Nantes, en concreto a la localidad de Pornichet. Esta es una zona muy turística, la cual me ha recordado a la costa valenciana en algunos paisajes.

En este largo fin de semana pudimos desplazarnos desde Pornichet a varios puntos interesantes de la costa, teniendo siempre la sensación de que estábamos en Bretaña. El departamento de Loire Athlantique no pertenece actualmente a Bretaña, sino a Pays de la Loire. Pero no siempre ha sido así, de hecho fue en 1955 cuando se le incluye en la región de Pays de la Loire. 

Como podéis imaginar, estamos hablando de que este departamento perteneció a Bretaña hace solamente dos o tres generaciones. Ello conlleva un gran debate, hasta el punto de que yo en todo momento me sentí en Bretaña. 

La idea del viaje era descubrir el Parque Natural de Brière, el cual me recordó bastante a la albufera de Valencia.

Tejado típico de una casa bretona



Otra zona que hemos podido visitar es la costa de Guerande, en concreto las localidades de Le Croisic y Batz-sur-Mer. Allí pudimos disfrutar de una costa de pequeños acantilados con playas de agua transparente. En pleno noviembre y a 20ºC, un verdadero lujo en estas tierras.

Una cosa que me chocó bastante de toda la costa es el respeto entre la interacción de las playas y los perros. Aunque hay playas en las que están prohibidos los perros, existen muchísimas otras donde se puede compartir el espacio siempre de una forma civilizada. Esto significa que tengas atado al perro si hay gente alrededor, lo cual me parece lógico para poder compartir un mismo espacio con otras personas a las que pueden no gustarle los animales. Otro detalle básico para poder habilitar una zona así es la recogida de los excrementos. Para ello en muchísimas zonas de las playas te ofrecen bolsas para poder mantener esa zona limpia y cuidada.

En ninguna playa nos encontramos un solo excremento de perro, y la mayoría de las personas tenían atados a sus animales cuando había gente alrededor. Exceptuando esas pocas personas que no lo hacían, tuve la sensación de estar en un lugar civilizado donde las playas estaban siendo compartidas de una forma respetuosa.





Para terminar, os dejo un par de fotos de las salinas de Guerande al atardecer; de ellas se extrae la famosa Sel de Guerande.




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