Fue a finales de Mayo de 2014 cuando nos decidimos a visitar alguno de los macizos cercanos a Grenoble. Aprovechando que yo tenía vacaciones como profesor de español y que Castor podía cogerse un par de días libres, pasamos el fin de semana en el macizo de Belledonne.
Dentro del Belledonne, quizás este lago sea el más popular debido a que en verano el agua del lago rebosa creando un bonito aunque artificial fenómeno.
Este no iba a ser el caso, pues no esperábamos que en Mayo pudiésemos encontrar el lac du Crozet como nos lo encontramos allí arriba, a 1974 metros.
Tras cruzar el pueblo de Revel, aparcamos el coche en un parking en el cual ya había bastantes coches y nos preparamos para subir desde unos 1300 metros. Hasta el lago son 3,9 km según un panel informativo.
La subida empieza muy fuerte, siendo casi superados por algún niño de 5 años. Pronto empezamos a entrar en calor y vamos cogiendo ritmo. No hay obstáculo que se nos resista.
De repente una densa niebla nos envuelve y empiezan a aparecer macizos de nieve alrededor del camino. Pues va a ser que el sol allí arriba no lo veremos.
Llega un punto en el cual la nieve está muy presente y mi sentido arácnido me advierte. Este sentido arácnido es parecido al de Peter Parker, solo que yo escucho a mi madre diciendo uno de sus consejos favoritos: "cuidado".
-¿Cuidado de qué?
-Pues en general hijo.
Después de pensarlo 5 minutos y ver a varios excursionistas pasar, decidimos seguir el camino aunque eso suponga tomar algún pequeño riesgo.
Con la precaución que nos caracteriza, llegamos sanos y de una pieza al lago du Crozet, yo no me podía creer lo que veía. Juzgadlo vosotros mismos.
La cámara esta vez no se me ha olvidado y tanto Castor como yo empezamos a hacer fotos de cada detalle, admirando el potencial del paisaje.
Tras varias horas decidimos bajar, pues el tiempo empieza a empeorar. Increíble día el que pasamos aquí.
menudas fotos
ResponderEliminarnos las tienes que pasar
dice la señora smith