lunes, 6 de abril de 2015

Le Puy-de-Dôme...

En Agosto de 2014 hicimos un pequeño viaje para visitar la región de Auvergne. Auvergne es una región situada en el centro del país, recientemente fusionada con la región donde hemos vivido durante los primeros 18 meses de nuestra aventura en Francia, Rhône-Alpes.

Se compone de cuatro departamentos y su ciudad más famosa es Clermont-Ferrand. El departamento al cual viajamos es Puy-de-Dôme, muy conocido turísticamente por su Parque Natural Regional de los volcanes.

El viaje a Auvergne, además de por los volcanes, lo planificamos por los quesos. Hay 5 quesos emblemáticos de esta región y estábamos dispuestos a probarlos todos. Los quesos, todos muy buenos, son el Cantal, Saint-Nectaire, Salers, Fourme d’Ambert y Bleu d’Auvergne.


Recuerdo una noche que estábamos cenando (a las 19h…) en el camping y una mujer pasó al lado de nuestra mesa desmontable, la cual estaba cubierta de quesos, pan, aceite y vino. La mujer no apartaba la vista de la mesa mientras pasaba de largo, y Castor, a la que no le pasó desapercibida la mirada de la mujer en plan "qué bien se lo montan estos guiris", la saludó sonriente. La mujer se quedó bloqueada y le respondió sonriendo, consciente de su indiscreción…Bon apetit!

El primer día llegamos al camping, dejamos los trastos y nos dirigimos al Puy-de-Dôme, uno de los volcanes más turísticos y accesibles. Se puede subir en tren y tiene una altura de 1465m, siendo el más alto de la cadena de volcanes. Desde este volcán se pueden observar los numerosos volcanes que se sitúan alrededor.

La verdad es que había bastante gente subiendo y bajando por el sendero, los niños nos pasaban como flechas, era evidente que no estábamos en forma. Una vez estás arriba todo está montado para el turismo, y aunque las vistas son bastante bonitas no tienes la impresión de estar en un antiguo volcán.




A pesar de que me gusta planificar los viajes, por lo menos hasta el punto de saber qué vamos a visitar cada día, en este viaje sabíamos qué íbamos a ver pero no el orden. Estaba muy loco sí.

Fue desde allí arriba desde donde vimos claramente a qué volcán iríamos al día siguiente: el Puy de Pariou.

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