El año pasado pasamos la nochevieja viendo atardecer en la Dune du Pilat. Por ese entonces estábamos viviendo en Isère, estábamos en paro y con un proyecto de vida en el aire, muchas dudas y una decisión importante entre manos.
No sabíamos la cantidad de cosas que iban a ocurrir durante el 2015. Tras abandonar nuestro proyecto con Paul y Kaly, nos mudamos a la Maine et Loire dejando atrás Isère, una zona de Francia que siempre será especial para mí.
Aunque nos ha costado mucho, por fin tenemos esa estabilidad laboral necesaria para tener una calidad de vida decente. También hemos decidido compartir nuestra vida con Loira, una perrita para nada ejemplar pero con un gran corazón.
Este año hemos vuelto a la Dune du Pilat en navidades, esta vez con dos amigos ejemplares y Loira.
Aunque nuestra situación es mucho mejor que el año pasado, siento que me falta algo que teníamos allí y aquí no tenemos. Y es que no se puede tener todo en la vida. Aún sin tener trabajo estable éramos muy felices y este hecho no me pone triste, todo lo contrario, me hace recordar lo bonito que ha sido todo desde que llegamos a Francia. Somos unos afortunados.
El 2015 ha sido un año de transición con muchas metas conseguidas, ahora toca centrarse en este 2016.
A seguir cumpliendo metas en el 2016! :) Me encanta Loira! Un abrazo!!
ResponderEliminarGracias Marta! Ya la conocerás...jeje
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