martes, 1 de septiembre de 2015

Disfrutando en Normandía...

Tras haber pasado la mañana viendo la Pointe du Hoc y el cementerio alemán, se acercaba la hora de aquello que importa...comer.

Nos dirigimos a Barfleur con la intención de comernos unas moules marinières, es decir, una buena cazuela de mejillones. Es un plato muy típico de Francia que se sirve con patatas fritas.



Cuando llegamos a Francia recuerdo ver carteles en los bares que anunciaban moules frites en los restaurantes. Debido a mi falta de cultura gastronómica francesa en aquellos tiempos yo me imaginaba los típicos mejillones rellenos y rebozados en pan que te sirven en los bares españoles. Tarde un poco en darme cuenta de que la palabra frites no era frito, sino patatas fritas...

Tras esta anécdota absurda, aquí van algunas fotos de Barfleur y de Saint-Vaast-la-Hougue.






Como no nos daba tiempo a ver la costa del departamento de la Manche, decidimos ir directos a una sola zona y dejar el resto para otra ocasión en la que podamos recorrerla a pie tranquilamente.

La zona elegida fue la costa de Barneville-Carteret. Nos dirigimos hacia el cabo y al bajar del coche alucinamos. La playa era realmente descomunal, con una gran longitud y prácticamente desierta.




 

La parte rocosa de la playa estaba compuesta de esquisto, lo cual le otorgaba un color realmente especial y una estructura laminada típica de las rocas metamórficas. Una pasada.



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