El segundo día de esta corta estancia en Bretaña lo pasamos en Quiberon. Tras un tremendo desayuno visitamos la parte oeste de la isla. La llamada costa salvaje está repleta de menhires y pequeños acantilados que se pueden recorrer en coche o caminando por los senderos habilitados.
Tras una copiosa comida, la cual incluyó ostras y almejas con la típica salsa
persillade, nos desplazamos a la parte sud de la isla para recorrer la punta del Conguel.
Y hasta aquí llegó este mini viaje de dos días por Bretaña, una de mis regiones favoritas de Francia.
y nuestra tambien
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