Paul y Kaly nos llevaron una tarde a descubrir los alrededores de Passins.
Primero fuimos a el Port de Groslée, una pequeñísima localidad cuyo único atractivo es el pont de Groslée, un bonito puente construído hace 100 años, que separa los departamentos de Isère y Ain. Bajo este puente pasa el río Rhône (Ródano en español), el cual nace en los Alpes suizos. El Rhône recorre las ciudades de Ginebra, Lyon, Valence, Aviñón y Arles para desembocar en un delta fluvial de 1 kilómetro de anchura en el Golfe du Lion.
Desde el puente podemos tomar dos rutas diferentes para descubrir dos bonitos rincones de esta frontera entre Isère y Ain.
Primero nos dirigimos hacia Lhuis para adentrarnos en el Aqueduc romain de Briord, un largo pasadizo donde estas a ciegas durante 200 metros. Este acueducto, nombrado por primera vez en 1650, recoge el agua del río le Brivaz formando pequeñas estalactitas debido al origen calcáreo del terreno.
Tras volver a atravesar el acueducto nos subimos al coche y nos dirigimos hacia la Cascade du Glandieu, una magnífica cascada de 60 metros de cuya energía hidro-eléctrica se beneficia el pueblo de Bégnier-Cordon.
Fue hacer la primera foto a la cascada y empezó a llover de forma violenta, con lo que tuvimos que volver corriendo al coche. Por suerte, hemos podido volver repetidas veces a poder disfrutar de esta preciosa cascada.
Para rematar el día jugamos a uno de los muchos juegos de mesa que tiene Paul en casa. Pero de esto hablaré en otro post.
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