lunes, 16 de diciembre de 2013

Excursión por el Mont Valier

Hoy, 6 de Agosto de 2013, hemos decidido hacer una ruta de senderismo en la región de Midi-Pyrénées, cerca de Castillon-en-Couserans (departamento de Ariège). Al llegar iremos a la oficina de turismo y preguntaremos a ver qué rutas salen de allí y cual nos puede venir bien.

La ruta escogida pasa por el Mont Valier. El sendero que recorreremos tiene una duración estimada de 90 minutos hasta llegar a la Cascade de Nérech y de 3h 30m hasta los estanques Long y Rond. Son las 11, no es una buena hora para empezar una ruta, pero estando ya aquí llegaremos hasta donde podamos.

Tardamos unos 30 minutos en llegar desde la oficina de turismo al punto de partida de la ruta, y en este trayecto ya se va comprobando la espectacularidad del paisaje. Paramos un par de veces a hacer fotos, sin saber aún la magnificencia de lo que nos esperaba.

Una verdadera maravilla, un paisaje idílico que te hace sentir muy pequeño. Un valle por el cual pasa el río Le Ribérot y que junto al día soleado que hace te deja sin aliento.

No estamos en forma y lo empezamos a notar a la media hora de camino. Se trata de una ruta fácil y bien indicada, en la cual ascendemos sin mucha pendiente pegados al río.


Nos encontramos pequeñas cascadas saliendo de la montaña, y dudamos de si alguna de ellas es la Cascade de Nérech. No es así, y lo descubrimos a la hora y media de ascenso cuando nos encontramos la enorme cascada, rodeada de vacas pastando justo en su base. Las vistas desde la cascada hacia atrás son impresionantes, sólo puedes disfrutar con la boca abierta pensando que nunca has visto algo así.



No hemos cogido muchas provisiones al comenzar la ruta. Un buen bocata de jamón de Granada nos servirá de comida hoy. En caso de perdernos y quedarnos sin agua nos acordaremos del jamón…
Tras comer, avanzamos colina tras colina deseando que al subir la siguiente veamos el refugio. No es así y unas nubes gris oscuro empiezan a aparecer a nuestra izquierda. El helicóptero que llega hasta el refugio pasa unas tres o cuatro veces por encima de nosotros. Castor está agotada, yo tampoco doy mucho más de mí y tras unas pocas colinas más decidimos que dar la vuelta y volver es lo más razonable. Es una lástima porque los estanques deben estar relativamente cerca, pero las nubes han cubierto todo el cielo ya y la montaña nos invita a bajar.


La ruta no ha sido difícil exceptuando un pequeño tramo cerca de la cascada donde hay que tener mucho cuidado ya que no hay mucho sitio donde agarrarse y a la derecha sólo hay acantilado.


Al llegar abajo, justo al punto donde comenzamos la ruta, nos damos cuenta de que hemos hecho bien, no hay apenas luz, hace mal tiempo y aún queda una hora y media para llegar al camping.

Nos sentamos al lado del coche, devoramos unas galletas como si fuéramos "Triki" y volvemos, muy felices y con la sensación de que este día y este paisaje nunca lo podremos olvidar.

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