El 18 de Agosto nos
levantamos temprano para aprovechar bien el día. Hoy vamos a bañarnos en las Gorges de Galamus, un cañón natural
formado gracias a la erosión calcárea que ha efectuado el río Agly.
Quien nos conoce sabe
bien que en la pareja yo soy el organizador, dejando todo esbozo de
improvisación al Castor. Todo lo que pude planear antes de venir a Francia lo planeé.
Esto incluye algo que me sorprendió en foros de españoles por Francia, el uso
del bañador.
Según leí en varios
foros, el bañador "tipo surfista" está
prohibido en las piscinas y baños públicos debido a que son considerados poco
higiénicos. Desde mi adolescencia uso estos bañadores y nunca ha habido ningún
problema en España. Pero esto es Francia amigos, recordad lo de la puerta dimensional…
¿Quién va a querer que le
llamen la atención en otro país por usar un bañador que viole las normas de
higiene?
Yo no desde luego, y
por ello me compre un bañador de natación de estos apretaditos que dejan ver
todo el potencial que puedas esconder bajo ellos. Mi primer recuerdo de este
tipo de bañadores es la imagen de mi padre en la playa en una de esas fotos de juventud.
Recuerdo que tenía uno de esos de pequeño, no creo que lo eligiese, sería cosa
de mi madre…
En fin, llegamos a las
gargantas a media mañana. Nos encontramos con un desfiladero impresionante al
fondo del cual vemos gente haciendo barranquismo. Impresiona sólo mirar de
reojo. Caminamos unos metros hasta elegir el sitio por el cual bajar hasta
allí.
Como es Agosto está bastante lleno pero habíamos pasado una zona con pequeñas cascadas donde había poca gente. No es que esté muy preparado para bajar pero somos ágiles y jóvenes así que bajamos decididos. Una vez llegamos abajo instalamos nuestra toalla, sacamos los bocatas de jamón serrano y nos quitamos la ropa.
Como es Agosto está bastante lleno pero habíamos pasado una zona con pequeñas cascadas donde había poca gente. No es que esté muy preparado para bajar pero somos ágiles y jóvenes así que bajamos decididos. Una vez llegamos abajo instalamos nuestra toalla, sacamos los bocatas de jamón serrano y nos quitamos la ropa.
Tampoco es que me importe
llevar el bañador ajustado, pero es extraño, es como ir en bolas no sé…me
acerco al agua, la cual debe estar muy fría, cuando veo a más bañistas en otra
cascada más abajo…como diría Anthony Soprano….What the fuck!
-¿Pero qué es eso que llevan
puesto? ¿Por qué llevan bañadores de surfistas? ¿No estaban prohibidos en este
país?
Sí amigos, ahí estoy plantado
comprobando el mito de los bañadores surferos en Francia mientras Castor se ríe de mí…
Una vez reacciono me
decido a bañarme y a disfrutar de ese día tan caluroso y de esa agua tan…¡fría! Como
es natural, el agua estaba helada. Al rato te acostumbras y disfrutas de un
baño refrescante en un entorno precioso.
Un gran día el que
pasamos en las Gorges de Galamus, aunque al volver el coche nos diera otro
susto. Fue subiendo al castillo de Peyrepertuse, más bien justo arriba, cuando
la aguja de las marchas empezó a bailar y empezábamos a notar un olor extraño. Paramos
el coche y al rato por suerte pudimos bajar y llegar hasta Arques. Quizás se
sobrecalentó por la enorme pendiente que hay hasta llegar al castillo. Por suerte no volvió a pasarnos nada relacionado con este problema, un misterio.
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