No todo en Niza es construcción masiva, hay
varios lugares que realmente me cautivaron.
Uno de ellos fue el Parc Naturel Départemental d’Estienne d’Orves. Se trata de un
parque de unas 15 hectáreas que ocupa gran parte de la colina St-Philippe.
Desde lo alto se puede ver el mar y disfrutar de la presencia de numerosos
olivos milenarios. Sin duda un buen lugar para descansar de la intensa vida
nicenca.
Otro lugar con encanto es el lac de Saint-Cassien, a una media hora de Niza. Este lago de
unos 20 km² de superficie ofrece unas vistas espectaculares, sobretodo si haces
como nosotros, te subes en una colchoneta hinchable y disfrutas de la paz que
ofrece el entorno.
Por último pudimos dar un pequeño paseo por el Mont Chauve, desde el cual se puede disfrutar de un atardecer impresionante. No sólo nosotros disfrutamos de estas vistas;
Limón y Crevette gozaron correteando, jugando con palos y rascándose la oreja,
vamos, lo que hacen los perros.
Así terminamos nuestra primera visita a Niza,
y pusimos rumbo a Passins, pueblo en el cual nos esperaba la segunda
experiencia helpex.
Agradecer a David poder disfrutar de
estos días en Niza, estuvimos como reyes, aunque no tanto como Crevette…
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